miércoles, 15 de septiembre de 2010





He traido un jardín de orquideas a mi blog. Ya murió esta orquidea, hace un par de años y aún la añoro.
Me sorprendía su capacidad de autoregenerarse. La gran belleza de sus flores, nacidas todas ellas de una rama torcida, desgarbada y que parecía infructífera.

"A menudo los humanos miramos a los demás y al mundo como yo miraba aquella rama. Dejándonos llevar por las apariencias".

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