jueves, 1 de diciembre de 2011

Alboradas


Te levantas temprano en la mañana
los colores dulces del amanecer
bañan tu rostro
y luego
comienzas a escribir uno a uno
cada minuto atesorado
en tu memoria de naúfrago
extranjero.

Se deslizan líneas ondulantes
en un papel cuadriculado
muy pequeño.

Te acostumbraste a la modestia
en la cuartilla
porque la extravagancia
siempre te dio miedo.

Pensando en tús ojos viendo
amaneceres
se me cuelan retamas, caminatas y charlas
en el alma.

A mi madre, cazadora de amaneceres y ninfa de letras azules y ondulantes
 que bañaron por siempre la playa de mi alma.

Inmaculada Alcaraz Benvenuty
(En Memoria y Homenaje a mi madre Concepción Benvenuty Díaz )